8 de febrero de 2013

ARTIGAS: PRÓCER DE LA REVOLUCIÓN AMERICANA



El entonces Capitán de Blandengues, José Gervasio Artigas se suma al proceso revolucionario de mayo, cuando en febrero de 1811 abandona sus funciones al servicio español de “su majestad” el Rey Fernando VII y se pone a disposición de la Junta de Buenos Aires, por aquel entonces Poder Ejecutivo de la Revolución.

Junto a sus milicias de la Banda Oriental (Actual República del Uruguay, pero en aquella época territorio de las denominadas “Provincias Unidas del Río de la Plata”), compuestas de gauchos, mestizos e indios se propone poner sitio a Montevideo, bastión de la resistencia realista, donde el nuevo Virrey, nombrado por la Metrópoli para estos territorios, Francisco Elío, se oponía a la revolución originada al otro lado del Río de la Plata.

Antes de partir, desde el cuartel de Mercedes, el 11 de Abril de 1811, dirige a su ejército una Proclama de Libertad: “…¡A la empresa compatriotas! Que el triunfo es nuestro: vencer o morir sea nuestra cifra; y tiemblen esos tiranos de haber excitado vuestro enojo, sin advertir que los americanos del Sur están dispuestos a defender su patria; y a morir antes con honor, que a vivir con ignominia en afrentoso cautiverio…”. [1](Es interesante destacar el espíritu Americanista de este prócer al invocar, en este caso, a los “Americanos del Sur” y no solamente a los Orientales o a los “Rioplatenses”).

A fin de cortar el avance patriota hacia Montevideo, Elío manda una fuerza que se enfrenta con Artigas en la batalla de las Piedras, el 18 de Mayo de 1811. El resultado es una gran victoria para Artigas que ya tiene el campo libre para emprender la marcha.

El 20 de mayo Artigas pone sitio a Montevideo y para auxiliarlo se suman tropas de Buenos Aires, al mando de Rondeau. Al verse imposibilitado de acción Elío logra el apoyo de contingentes portuguesas que invaden el territorio de las Provincias Unidas del Río de la Plata desde el Brasil.

La jugada de Elío valió la pena. Al enterarse Buenos Aires de los desastres que sucedían en el Ejército del Norte al mando de Castelli en el Norte argentino, sumados al peligro que representaban las fuerzas portuguesas en la Banda Oriental, que podían desplegarse hasta el litoral, decide pactar con el Virrey. Las fuerzas porteñas que sitiaban Montevideo se retrasarían hasta Colonia de Sacramento y otras volverían a Buenos Aires y le reconocerían a Elío los derechos sobre esa provincia.

Artigas indignado, ya empezaba a mostrar diferencias con los gobernantes de Buenos Aires. El no iba a dejar la lucha ni a regalarle el territorio y sus ideas federales lo obligaban a impedir que a su provincia la gobierne un Virrey con órdenes de un Rey a miles de kilómetros. Si a Buenos Aires no le importaba a él si.

Ante la falta de fuerzas y a fin de no pelear en dos frentes, Artigas se repliega con sus milicianos a fin hacerse fuerte en algún punto y comienza una larga marcha para cruzar el río Uruguay. En el camino se da un fenómeno increíblemente peculiar. Las familias de la campaña de la Banda Oriental se le van sumando a su itinerario y se desarrolla lo que luego se llamará el “Éxodo Oriental”, donde cerca del 75% de la campaña oriental prefirió quemar sus posesiones (las que no podían acarrear con ellos) antes que dejárselas a los partidarios del Rey, que indudablemente harían sentir el rigor y las represalias a los partidarios de Artigas) ni a las tropas portuguesas que seguían avanzando a pesar de que se había pactado su retirada.

En este momento se termina de consolidar el liderazgo de Artigas sobre ese pueblo fiel y combativo que buscará en su figura al único capaz de protegerlo.

Al respecto, en una carta a la Junta Gubernativa del Paraguay, fechada en diciembre de 1811, Artigas deja en claro: “Ellos se resuelven a dejar sus preciosas vidas antes que sobrevivir al oprobio e ignominia a que se les destinaba (…) y (deciden) trasladarse con sus familias a cualquier punto donde puedan ser libres, a pesar de trabajos, miserias y toda calase de males. (…) la poca seguridad que fían sobre la palabra del señor Elío a este respecto, les anima de nuevo, y determinados a no permitir jamás que su suelo sea entregado impunemente a un extranjero, destinan todos los instantes a reiterar la protesta de no dejar las armas de la mano hasta que él no haya evacuado el país.”

Es así que luego del éxodo oriental Artigas tendrá la suficiente fuerza para seguir luchando contra las tropas realistas, los invasores portugueses y contra un nuevo enemigo: El centralismo de Buenos Aires, que pretendía reemplazar al poder Virreinal por una Elite Porteña, cambiando solamente el amo.

Pero Artigas, considerado como el primer caudillo de estas tierras, pensaba la autonomía de las provincias para integrar una gran confederación donde los Americanos del Sur sean libres contra cualquier interés foráneo o interno que pudiera quitarles soberania, en otras palabras, libertad. Los pueblos deben gobernarse a ellos mismos. De este modo y en concordancia, en la oración inaugural del Congreso de abril de 1813 conformado para dar instrucciones a sus diputados orientales sobre que discutir en la famosa Asamblea del año XIII, Artigas dijo: “…Ciudadanos los pueblos deben ser libres. Ese carácter debe ser su único objeto, y formar el motivo de su celo”.[2]




[1] Proclama de Mercedes del 11 de abril de 2011
[2] Oración inaugural al Congreso de las Tres Cruces, 4 de abril de 1813.

3 de febrero de 2013

PROSEGUIRÁ EL ENREJADO DEL PARQUE CENTENARIO


El pasado miércoles, un día después de la represión de la Policía Metropolitana contra personas que se manifestaban contra el enrejado del Parque Centenario, el Juzgado en lo Contencioso N° 9 hizo lugar a una medida cautelar de la Asamblea Vecinal contra el vallado.

La medida fue desestimada el viernes por el juez en lo Contencioso, Administrativo y Tributario Osvaldo Otheguy, aduciendo que "no se vislumbra con claridad que el enrejado sea de exclusiva competencia comunal", recordando que la presentación se fundamentaba en que el enrejado era contrario a la Resolución N° 11/12 de la Junta Comunal N° 6, y por lo tanto, continuarán las obras desde mañana.

Restan conocer cuales serán las medidas de protesta que realizarán los vecinos que se oponen al cerramiento del Parque Centenario, aunque ya se están organizando diferentes asambleas para el miércoles y los feriantes se encuentran vendiendo su mercadería sobre lonas en las calles Marechal y Patricias Argentinas.